¡Qué tal! Me llamo Aricela Román, pero todos me dicen Ary. Soy la mente (¡y las manos!) detrás de estas velas que ves. Llevo años metida en esto de crear aromas y luces que hagan de tu casa un lugar especial. ¿Mi especialidad? Formular cada vela para que cuente algo sobre ti. Ah, y también me encanta enseñar este arte a quien quiera aprender.
¡Te voy a contar un secreto! Todo nació de mi amor por las velas, ¿sabes? En aquellos tiempos solo encontrabas velas de parafina por todos lados, y yo me obsesioné con la idea de crear algo diferente. Me propuse hacer velas con colores que realmente llamaran la atención y con aromas que duraran de verdad, no esos que se desvanecen en minutos.
Mientras me aventuraba en un diplomado de aromaterapia (sí, me encanta aprender cosas nuevas), descubrí la cera de soya y ¡fue amor a primera vista! Ahí mismo se me prendió el foco: ¿y si combinaba esta cera maravillosa con aceites esenciales? Así empezaron mis primeros experimentos, que luego evolucionaron a trabajar con fragancias específicas para cada ocasión y estado de ánimo.
Con el tiempo, me animé a explorar el lado artístico y comencé a crear velas decorativas. Aunque he probado muchísimos materiales (¡no te imaginas las cosas que he derretido en mi cocina!), siempre regreso a la cera de soya. ¿Por qué? Porque es sustentable, reduce nuestra huella ecológica y es totalmente segura. Además, uso solo pabilos de algodón y fragancias libres de tóxicos porque, oye, quiero que disfrutes de tus velas sin preocupaciones.
Lo que comenzó como una curiosidad creativa se transformó en esta pasión que hoy comparto contigo. Cada vela que hago lleva un poquito de esa historia y muchísimo cariño.
A ver, ¿no te ha pasado que entras a un lugar y su olor te transporta a un recuerdo específico? Eso es justo lo que me encanta. Creo que tu casa debería oler a ti, a tus momentos, a lo que te hace feliz. No hago velas solo porque se ven bonitas (que también), sino porque creo que cada aroma tiene el poder de cambiar cómo te sientes. Ya sea para relajarte después de un día pesado o para crear ese ambiente especial cuando vienen visitas, quiero que mis velas sean parte de tus momentos.
¡Uf! Ya van más de 25 años jugando con fuego (literalmente). En este tiempo he aprendido trucos, técnicas y secretos que hacen que mis velas no sean como las demás. He experimentado, me he quemado (también literalmente), y he creado recetas que ahora son mi orgullo. Cada vela que sale de mis manos lleva años de experiencia y muchísimo cariño.
Este proyecto es algo muy especial: somos madre e hija transformando ideas en aromas. Yo, Ary, soy la creadora y fundadora del negocio. Me encargo de formular cada vela, perfeccionar recetas y buscar esas combinaciones de aromas que te hacen cerrar los ojos y sonreír. También estoy certificada para diseñar e impartir cursos para quienes quieren aprender a hacer sus propias velas.
A mi lado está Dar, mi hija, nuestra especialista en mercadotecnia y el cerebro detrás de todo el contenido que ves en nuestras redes sociales. Ella tiene ese ojo creativo que me complementa perfectamente, y además diseña algunos de nuestros productos más populares.
Somos un equipo pequeño pero poderoso, donde cada una aporta su talento para crear estas velas que llegan a tu hogar. Lo que comenzó como un proyecto familiar se ha convertido en nuestra forma de compartir belleza y bienestar con personas como tú. Y aunque somos solo dos, ponemos el corazón de un equipo completo en cada vela que creamos.
Si pudieras asomarte a nuestro taller, verías a una madre y una hija trabajando juntas con pasión: yo (Ary) mezclando esencias y perfeccionando fórmulas, mientras Dar captura el momento perfecto para nuestras redes o diseña una nueva etiqueta que refleje nuestra visión. Entre risas y debates creativos (¡como toda familia!), compartimos ese instante mágico cuando ambas sabemos que hemos creado algo especial para ti. Nuestro pequeño mundo de aromas es exactamente eso: un equipo madre-hija transformando espacios a través de sensaciones únicas.